En una reciente entrevista del periódico
mexicano Excelsior,
la presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla señaló enfáticamente el fracaso de
las políticas de “guerra contra las drogas” y la necesidad de reorientar la
estrategia hacia un enfoque de prevención social y de coordinación
internacional. La presidenta dijo textualmente: “lo que sí tenemos es que perderle el miedo a hablar
con claridad: Lo que estamos haciendo hoy no es suficiente, que hay que
agregar, revisar, ajustar, sumar, eliminar, a la larga, algunas cosas y que
tenemos que hacerlo. Pero sigue habiendo resistencia y seguimos manteniendo
algunas rutinas y además padeciendo una falta de atención de parte de la
comunidad internacional.”
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Laura Chinchilla con el periodista Pascal Beltrán del Río |
En la entrevista también se habló
sobre la posibilidad de “legalizar las drogas”, como las propuestas del
presidente guatemalteco Pérez Molina, a lo que Chichilla sigue teniendo sus
reservas, pero plantea una posición clara del proceso para iniciar el cambio: “Primero, la despenalización y luego la
legalización. Despenalizar no quiere necesariamente decir legalizar, puede
querer decir que no se aplicará la máxima pena que aplica una sociedad con la
pena de prisión sino otro tipo de penas, entre ellas penas alternativas. Y
desde el punto de vista de la despenalización, yo sí creo, y Costa Rica lo ha
abrigado, que el tema del consumo no es materia de derecho penal, ni debe serlo,
y que tiene que ser de salud pública.”
Creemos que es importante difundir
este tipo de comentarios de la mandataria costarricense, ya que plantea una ruta muy
interesante para el cambio en las políticas de drogas en el país. Aun así
todavía existen algunos problemas conceptuales que deberían trabajarse más a
fondo y que discutimos más adelante, ya que el fenómeno del tráfico y consumo de drogas es complejo y tiene
muchas dimensiones. Apoyamos abiertamente esta posición de la presidenta y
esperamos que sus recomendaciones se pongan en práctica relativamente pronto a
nivel nacional, tomando en cuenta que para el 2013 debería presentarse un nuevo
Plan Nacional sobre Drogas. Ojalá que Costa Rica realmente se convierta en un
país pionero en la elaboración e implementación de políticas de drogas participativas
que partan de evidencia científica y desde el derecho internacional de derechos
humanos.